Aunque retener al personal ya era un reto para las empresas desde antes de la pandemia, ahora este desafío se agudizó con los cambios experimentados en el mercado laboral con la aparición de la Covid-19.
Hoy en día, los trabajadores o aspirantes a un cargo en las empresas son más exigentes sobre las condiciones y el ambiente en los cuales van a prestar sus servicios.
El personal se ha hecho más selectivo a la hora de entrar a un trabajo o conservar un puesto y espera saber las metas, plazos y objetivos del lugar donde laborará.
Por otra parte, con mayores opciones donde no tiene que «lidiar» tanto tiempo con un jefe o tener sus ojos encima, se necesita un liderazgos y más eficiente para transmitir las directrices y orientar a cada integrante de la organización.
En suma, la retención de personal se ha convertido en tiempos poscovid en una estrategia fundamental para todas las empresas. Y esta será más importante a corto plazo, pues se espera en todo el mundo una reactivación económica que implicará más competencia y significará que más firmas estarán disputándose el talento.
Con la pandemia, los equipos de trabajo interdisciplinarios ganaron fuerza para desarrollar las labores de una manera más ágil dentro de las compañías, y en estas el líder funge de guía y facilitador para el desarrollo de cada miembro del equipo.
No será de extrañar que en un corto y mediano plazo se haga encarnizada la puja por contratar un personal que será más escaso, más exigente con los beneficios y en una época en que se avizora un incremento en los ingresos de la mano de obra calificada como del talento.
De acuerdo a muchas empresas, la compensación que más demandan los trabajadores es la flexibilidad, pues en la actualidad se exige un mejor balance entre la vida personal y la profesional.
También señalan las compañías que el secreto de la retención de personal está en la capacidad de entendimiento de los líderes con sus equipos de trabajo. Además, hay que tomar en cuenta que debe hacerse más atractivo el regreso a las oficinas, luego de que se asumió en los últimos dos años la adaptación al trabajo híbrido.
Por otra parte, se estimada que el gasto por empleado que se pierde puede llegar a ser de hasta 12 veces del valor del salario, mientras que la inversión de tiempo y dinero es algo que nunca se recupera. Es por esto que se hace más necesario adoptar estrategias que ayuden a disminuir los altos números de rotación de empleados.
Estos han sido tiempos de cambios, cambios muy rápidos, y la adaptación es clave. Por eso, los líderes deben ser los primeros en adaptarse a las nuevas tendencias del mercado laboral.

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